sábado, 4 de septiembre de 2010

Actividades de la cuarta semana...un poquito tarde

Rol que han jugado los docentes en los espacios educativos mediados por TIC en los que usted he tomado parte en el pasado


• En los cursos/talleres previos mediados por TIC’s, los responsables no han sido ni moderadores ni facilitadores. A lo más, expositores de algo pre-hecho, que eventualmente toma en cuenta a los participantes

• Desde mi punto de vista, y sin recurrir a definiciones formales, un facilitador ayuda al proceso de aprendizaje promoviendo la reflexión, propiciando el cuestionamiento y solicitando aportaciones fundamentadas y no solamente opiniones. Un moderador trata de lograr la participación activa y asertiva de todos los integrantes del grupo, auxilia con el manejo de los tiempos asignados para las tareas y dirige el trabajo hacia un objetivo predeterminado. Un expositor puede ser solamente eso: alguien que se hace “oír” y eventualmente solicita algún tipo de retroalimentación, pero no necesariamente se asegura de que los participantes estén construyendo algún tipo de conocimiento. Digamos que un buen maestro tradicional juega mayormente un rol de expositor con algunos toques de moderación y de facilitación del aprendizaje del grupo entero, muy raramente de individuos particulares, independientemente del uso de TIC’s.

• Para mí, un profesor que me cuestiona, que me obliga a replantear mis preguntas y mis respuestas (para que yo misma tenga claridad en lo que estoy tratando de dilucidar) es el tipo de maestro ideal. El que expone corre (y corro) el riesgo de que no lo siga…por mi elevada “capacidad” para divagar a la menor provocación, y entonces acabo aprendiendo solamente lo que me interesa de manera particular, cosa que podría hacer sin el profesor.

• Me parece que en esos esfuerzos por hacer cursos a distancia la herramienta tecnológica simplemente ayudaba a tener un espacio para subir tareas (yo como alumna), recogerlas y calificarlas (el profesor) y devolverlas por la misma vía al alumno. Y repetir el ciclo con una nueva tarea.

Muchas de las cosas que hago utilizando tecnología en mis cursos (Moodle, Wikis, blog, facebook, etc.), y también en los que no la utilizan, se dan justamente porque busco la manera de evitar lo que como alumna no me gusta.

Respecto a las lecturas:
“La facilitación desde el lado” significa, según yo, permitir que los participantes en un grupo desarrollen sus propios patrones de interacción, asistiéndolos para que desarrollen las habilidades que eso requiere.  Representa un cambio radical (para cursos en línea o presenciales) en el rol que juega el docente dentro del grupo. No es fácil, dado el cambio cultural que significa no solamente para el profesor sino para los alumnos o participantes acostumbrados a que “la autoridad” resuelva los conflictos, recompense las buenas respuestas, aliente y premie a los “mejores” y castigue a los que no trabajan o trabajan mal. Cuando se logra, los alumnos/participantes desarrollan un verdadero sentido de autonomía, de respeto y empatía, una motivación intrínseca para aprender, y desarrollan una capacidad de comunicación oral y escrita muy deseable para cualquier fin.



Todo lo del mapa, nodos, etc. Se lo debo.

martes, 10 de agosto de 2010

Colección sobre matemáticas y enseñanza- aprendizaje


domingo, 8 de agosto de 2010

El uso de Internet y otros recursos en México, segun Mitofsky

Encuesta Mitofsky, la organización privada más sólida de encuestas en México, acaba de publicar esto:  ITESM: Hábitos y percepciones de mexicanos sobre internet y diversas tecnologías

"Las TIC en la Educación": Un poco de humor para pensar las resistencias en t...

"Las TIC en la Educación": Un poco de humor para pensar las resistencias en t...: "Imprimir"

La evaluación, y yo como alumna

Mis historias sobre la evaluación en ambientes mediados por TIC tendrían que ver con un par de experiencias en mi formación docente: un curso que anteriormente mencioné (del SUJ) y del que me di de baja por desacuerdos con la estructura y la conducción, y mi curso de Redacción en inglés. La evaluación en este último consistió básicamente en una retroalimentación sobre cada trabajo entregado, con comentarios sobre las maneras en las que podría mejorarlo y al mismo tiempo aprender reglas generales sobre los procesos de redacción en inglés, aplicables a cada nueva tarea. Muy útiles y muy pertinentes. El uso de rúbricas para esas evaluaciones hacía que la evaluación fuera mucho más objetiva. Y creo que ese es el sentido de la evaluación en el que como alumna funciono bien. Nunca me interesaron las notas sino los aprendizajes y, afortunadamente, esa era la filosofía de mis padres (supongo que es al revés). Y esa misma filosofía aprendió mi hijo.

Desde mi punto de vista siempre habrá aprendizajes que no serán cubiertos por la evaluación, no importa que tan amplia sea. Porque hay aprendizajes que se construyen sobre los mismos aprendizajes “formales” o intencionados, propuestos en el curso. Hay metaconocimiento. Hay aprendizajes sobre los modos de operar del curso y sus personajes, sobre los modos de operar en equipo, de operar en las redes sociales, sobre la manera de sortear limitaciones, etc. Y esos aprendizajes son importantes porque van creando pautas de acción y de interacción en otros contextos, fuera del curso donde se produjeron. Hay el aprendizaje sobre todo lo que llamamos currriculum oculto. Y el aprendizaje que logramos de los otros participantes, sobre temas ajenos al curso.

Mi participación se incremente en cursos donde la retroalimentación me permite aprender más, corregir errores, superar deficiencias y limitaciones. Puede ser dura, pero tiene que ser constructiva.


En cuanto a la relación costo/beneficio creo que la retroalimentación si la he aprovechado para ir por más aprendizajes y más retos…generando más retroalimentación, etc.

En otros contextos, durante mi formación académica “regular” tuve experiencias de lo que llamaría “anti-evaluación”. Donde lo que importaba al profesor o profesora a cargo era mostrar que estaba por encima de cualquiera de los alumnos, asignando notas con criterios ridículos tomando en cuenta lo que se pretendía que lográramos como aprendizajes.

Dado que no me interesan las notas, en esos casos lo que contaba era si lo que había aprendido (más bien por mi cuenta y con apoyo de compañeros) me permitía resolver más problemas, comprender nuevos temas, participar en otras conversaciones, acceder a otros espacios. De manera que la autonomía podría haber sido favorecida por este tipo de experiencias.

Mi segundo caso: un alumno de licenciatura

El alumno (segundo entrevistado) no ha participado en cursos totalmente en línea. En la carrera algunos de los cursos han estado mediados por Moodle como espacio en los que se encuentran las actividades, los materiales de apoyo, la calendarización de exámenes, la propuesta completa del curso a través de la Guía Didáctica, cuestionarios, foros, etc. Como alumno mío, además del aula virtual ha colaborado en la administración de un wiki, al cual yo estoy invitada para apoyarlos en lo que sea necesario, y ha hecho aportaciones para el trabajo asignado al equipo; esto fue a petición mía. También, dentro de los cursos en lo que ha participado conmigo, ha utilizado Internet para llevar a cabo búsquedas para cumplir con los objetivos establecidos por el equipo en trabajos utilizando PBL. Como alumno de THC y TCU ha hecho uso de recursos en línea para la elaboración de las tareas de esos talleres y ha participado en foros en línea. Recientemente ha buscado inscribirse a cursos totalmente en línea tanto dentro de la universidad (primera vez que se ofrece esta opción) como fuera de ella, por iniciativa propia. Lo motiva un deseo de estar mejor preparado al terminar su carrera. No participa en foros de discusión por su estilo de aprendizaje y su naturaleza más orientada hacia el trabajo individual.