domingo, 11 de marzo de 2012

Y nos fuimos a ver "De panzazo"

Para quienes no estén en México, aclaro que De panzazo es una película/documental que supuestamente denuncia los males de la educación nacional. En México decimos que un alumno aprueba "de panzazo" cuando obtiene con trabajos la calificación mínima aprobatoria.

No soy crítica de cine, aclaro. Conozco algo del mundo de la educación, eso sí. Diferentes entornos, diferentes roles.

Fuimos al cine, en Playas de Tijuana, Judith y yo, aprovechando que este día era pase gratuito para los profes. 
Los "cortos" consistieron en un mensaje terrible del Partido Verde Ecologista sobre su propuesta de pena de muerte a los secuestradores, uno de Ambulante (cortometajes) y un anuncio de Telcel que, cuando comenzó, de verdad creí que se trataría de un mensaje para prevenir el bullyng pero más bien era para animarlo, aprovechando la velocidad de navegación que proporciona Telcel. Y hablamos de educación, ¿verdad?

Es algo que no se cuestiona, de ninguna manera: el papel de los medios en la educación nacional. No hay la más remota mención al papel que juegan al desinformar y deformar la realidad o en la propuesta de modelos de vida que promueven, alejados por completo de lo que decimos querer. 

Si el documental o película fuera un trabajo de investigación, nos queda a deber muchísimo y ni de panzazo aprobaría. A nivel de divulgación de la realidad educativa, para mi gusto, se queda en el sensacionalismo del mal desempeño en las pruebas estandarizadas internacionales, el ausentismo de muchos de los profesores en las escuelas de varios estados de la república, las carencias en las comunidades más pobres y el contubernio entre las autoridades educativas y el sindicato de maestros. Ligeramente se hace referencia a la formación de los docentes en las normales y a las prácticas "educativas" a las que son obligados los profesores en ejercicio. 

Algunas afirmaciones nos hicieron alzar la ceja o de plano reírnos:
  • ·         las personas con estudios de posgrado ganan más de 50 mil pesos (y nosotros esperamos todo lo que nos deben?)
  • ·         los peores profesores están en las universidades (sin elementos de juicio?)
  • ·         los padres de familia no leen las estadísticas... (a cargo de Denise Dresser, instaurada en autoridad educativa o juez de lo familiar?)

La educación es un fenómeno muy complejo y no puede aislarse de la problemática social completa, digo yo. Muchos alumnos dejan la escuela porque tienen que trabajar. Muchos no aprenden por condiciones de pobreza y desnutrición (y ahí está el trabajo de la UNAM al respecto), y entonces reprueban y al final desertan.

Los profesores hacen lo que les han dicho que hagan basados en los muy pocos elementos de formación seria que en su vida han tenido. Los programas y proyectos cambian sin ton ni son sin que haya una perspectiva de formación a largo plazo. Los libros de texto escritos quesque por expertos carecen de la más elemental lógica en muchos casos y están plagados de errores. Ni siquiera hay objetivos claramente establecidos que puedan darle al profesor una idea de qué es lo importante a lograr en cada curso!

La corrupción del SNTE es una muestra de la corrupción por todos lados. Y la afirmación de Denise Dresser de que lo que se necesita es un secretario de educación con cojones apuntaría a que es solamente cuestión de voluntad para terminar con el dominio de Elba Esther y sus huestes y, de manera automática, revertir el desastre educativo. Ahí está el Dr. Rafael Rangel Sostman, a quien Fox invitó a formar parte de la SEP en el 2000, y quien en los pocos meses de su estancia ahí se dio cuenta de que se necesitaría ser algo así como John Carter (no lo dijo así el buen Dr., por supuesto) para sacar el buey de la barranca. Muchos intereses creados por todas partes y una mafia para asegurarse de que las cosas sigan como están.  

¿Que ni la SEP ni el SNTE saben cuántos profesores hay en el país? Porque no les conviene. Saldrían a la luz todos los muertos y jubilados que siguen apareciendo en las nóminas y cuyos salarios son cobrados por quien sabe quién.

Cuando yo cursé la primaria, en escuela oficial, de niñas, y en el pueblo que era Tepic en los años 50, se sabía que al terminar el tercer año de primaria las alumnas debíamos saber leer (calidad, comprensión y rapidez) y escribir satisfactoriamente (atentos recados, cartas, narraciones cortas) y con una ortografía que ya la quisieran algunos universitarios. Y dominar las cuatro operaciones aritméticas básicas utilizando enteros (no negativos), fracciones y decimales, calcular porcentajes y utilizar regla de tres cuando fuera necesario. Y aplicarlas en situaciones de la vida cotidiana, de verdad cotidiana. Y era así porque al terminar el tercer grado muchos niños, pero sobre todo niñas, abandonaban la escuela para ayudar en los trabajos de los padres. 

¿Alguien me puede decir cuáles son los objetivos actuales al terminar el tercer año de primaria?
Como maestros: ¿qué esperan que sepan sus alumnos?
Como padres de familia: ¿qué esperarían que supieran hacer sus hijos?