La semana pasada, del domingo 24 al miércoles 27 de junio, tuvo lugar el ISTE 2012 (The
International Society for Technology in Education's 2012 conference), en el Centro de Convenciones de San Diego. Era la oportunidad para asistir a un evento que reúne a docentes interesados en el uso de la tecnología para la educación, así como a instituciones y empresas que desarrollan productos para ese mercado. Sin embargo, participar en todo el evento resulta muy costoso: 408 dólares por el registro, más lo que implica estar en San Diego cada día (una hora y media para cruzar la frontera, un viaje de unos 20 minutos, costos de estacionamiento y alimentos) y, por supuesto, disponer de los cuatro días para que valga la pena la inversión. Sin embargo los talleres y otros eventos pueden tener un costo adicional. Digamos que todo eso estaba fuera de mi alcance.
De todas maneras conseguí estar presente las tardes de martes y miércoles y aprovechar lo que fue posible: las sesiones de posters, las demostraciones de alumnos y los proyectos de Global Collaboration, que no requerían de registro ni pago alguno, y la visita a los stands de expositores como el mismo ISTE (libros y otros materiales, playeras y souvenirs) y algunas instituciones. Pero para la sala de exhibiciones de las grandes compañías (unas 500), era necesario haberse registrado al evento. Decidí que valdría la pena pagar por uno de los talleres, con lo cual quedaba registrada y tenía acceso a esas salas y al taller mismo. Elegí el taller “The Ed Tech Toolbox: Creating Your Personal Learning Environment”, relacionado con uno de los temas del taller TICTAC 2012. Ni siquiera tuve tiempo para conocer el programa por adelantado, era simplemente la llave para entrar a los espacios reservados a los participantes registrados.
La sala asignada era la última del segundo piso del Centro de Convenciones. Había unas diez personas, además de la expositora y una persona con una playera de Diigo, que estaba brindando apoyo técnico a la conferencista. En el rato que estuve ahí el tema era, precisamente, como crear una cuenta en Diigo y cómo poner etiquetas y participar en grupos. Posteriormente se trataría sobre el uso de Evernote y Simbaloo.
Me sorprendió la disposición del espacio: con las mesas formando filas y sin propiciar la interacción, en lo absoluto. Los “participantes” no participaban, simplemente escuchaban mientras algunos trataban de abrir sus cuentas de Diigo en alguna tablet o iPhone. La expositora no se acercó para saber si tenían dudas o dificultades en sus intentos. Posteriormente, cuando revisé el anuncio del taller, me quedó claro:
The presenters experience as Technology Integrator is that many teachers are overwhelmed with the numerous options available in education technology. Unless a coach, like I function as at my school, can offer one-to one support, many teachers don’t see the big picture of what is available to them when they are designing their lesson plans nor do they have the physical interaction with the tools that could potentially be of great value in their teaching.
O sea: “sin ayuda de este estilo, muchos profesores no se darán cuenta de lo que está disponible para el diseño de sus clases ni tendrán la interacción física con las herramientas que podrían ser de gran valor para sus clases”. Me parece evidente que la presentadora desconoce el enorme valor de la colaboración entre docentes y el poder de las redes sociales (Twitter y Facebook, particular pero no exclusivamente) a través de las cuales se comparten los recursos y los ejemplos de su uso.
Me salí del taller y me dirigí a la sala de exhibiciones, con tan mal timing que llegué cuando la estaban cerrando. Sin embargo el día fue rico en interacciones con los presentadores en la sesión de posters y con los expositores en el área del segundo piso, donde pude comprar el libro de Sir Ken Robinson “Out of Our Minds: Learning to be Creative”, la sesión de autógrafos había sido el domingo :(
Entre los grupos de alumnos que presentaban trabajos en el área de posters, encontré a unos jovencitos de la secundaria del Instituto Chapultepec, de Culiacán, Sinaloa. Muy atentos y conversadores. Su proyecto es “Algebra, a interactive way to learn with HTML5” y me proporcionaron el link a su sitio: fromstudent2student.org. Pero también había grupos de jóvenes del Instituto Cedros, en la Ciudad de México, y del Centro Escolar Los Altos, en Guadalajara.
Entre los expositores del segundo piso encontré Teaching with Primary Sources, de la Library of Congress. Ponen a disposición de los docentes alrededor de 20 millones de artículos digitalizados, con el objetivo de ayudar a desarrollar el pensamiento crítico en los alumnos, y ofrecen Módulos de Desarrollo Profesional, gratuitos. Eso sí, en inglés.
En lo que a matemáticas se refiere, la encargada del stand de Mathlanding fue de lo más amable. Ofrecen recursos y herramientas para maestros y especialistas en matemáticas. Me recomendó compartir con los docentes mexicanos los apoyos en español que tienen en su sitio.
El miércoles llegué apenas a tiempo para entrar a las salas de exhibición. Mucha tecnología a la venta. La verdad, no me pareció tan interesante como lo que vi el martes. Mi conclusión es que los talleres que hemos y estamos intentando, Encuentro Tijuana y TICTAC 2012, son mucho más ricos y productivos que, por lo menos, ese al que medio asistí. Nos queda por experimentar los EduCamp, pero seguramente también serán grandes y buenas experiencias.