Hace un par de años, al descubrirse y hacerse público el
plagio de la tesis de EPN, escribí esta nota en Facebook. El problema del
plagio no comienza con una tesis o un artículo del que alguien se apropia. Se
las comparto.
La reacción frente a la nota (que para nada es novedosa) sobre la deshonestidad académica del señor ex presidente (y pareciera que no escucharon a su virrey educativo, que plagiaba citas y datos en sus rollos) exige recordar que la deshonestidad de cualquier tipo no se genera en la universidad. Es triste, es grave, es un delito … en el que todos (excepciones honrosas) participamos de diferentes maneras.
La reacción frente a la nota (que para nada es novedosa) sobre la deshonestidad académica del señor ex presidente (y pareciera que no escucharon a su virrey educativo, que plagiaba citas y datos en sus rollos) exige recordar que la deshonestidad de cualquier tipo no se genera en la universidad. Es triste, es grave, es un delito … en el que todos (excepciones honrosas) participamos de diferentes maneras.
Va una larga lista recogida en 44 años de docencia en cada uno de los niveles educativos que van de secundaria a doctorado como investigadora, docente y coordinadora de docentes, y en los 34 años como madre de un escuincle que no entendía que sus maquetas hechas con materiales de reúso recibieran una calificación muy inferior a las de los alumnos que habían pagado porque se las hicieran, por ejemplo.
Cada cosa citada es una experiencia vivida. Y si quieren detalles de una
institución o empresa particular, pues me la solicitan: guardo TODAS las
evidencias por escrito.
De parte de los padres de familia:
De parte de los padres de familia:
- Desde jardín de niños la expectativa y la exigencia de los padres sobre sus hijos (todos genios y artistas en potencia, por supuesto) para que obtengan medallas, diplomas y todo tipo de reconocimientos.
- El valor de los indicadores para las escuelas y el sistema educativo propicia que cada uno se valga de todo para obtener lo que quiere o le exigen. ·
- Las medallas que se suelen colgar en las paredes para impresionar y convencer a otros, los títulos sin los cuales nuestro nombre está incompleto.
- Las becas y estímulos económicos que se otorgan por la cantidad de publicaciones, y no por su calidad, o por el grado de complicidad con quienes tienen el poder de otorgarlas.
Ø De parte de los alumnos:
Ø asumir que no tienen responsabilidad alguna, que
todo es culpa del docente porque les tiene envidia, no los quiere, les tiene
tirria, no les llama con palabras cariñosas, usa lenguaje que el alumno no
entiende, califica con demasiado rigor
Ø aplicar todas las cosas aprendidas en su casa y de
las experiencias de sus compañeros para sobornar al profe y, si no funciona,
buscar maneras de extorsionarlo, amenazarlo e, incluso, asesinarlo (sí, es una
tristísima experiencia)
Ø ir a la escuela (así la llaman sin importar el
nivel educativo) porque tienen que y no porque quieren aprender
Ø copiar tareas, copiar en exámenes, y cualquier cosa
que funcione para evitar el reto de aprender
Ø acudir a cualquier instancia para obligar (tratar
de) que el docente asigne una nota alta, porque sí, porque soy muy inteligente,
porque en mi casa me van a quitar el carro, porque mis padres se van a
decepcionar, …
De parte de los maestros:
Ø Malas prácticas de enseñanza y desconocimiento de
lo formativo que incluyen:
Ø Dejar como tarea 50 o 100 ejercicios que por
supuesto que no van a revisar y que solamente cuentan como entregadas
Ø Pedir ensayos de x páginas, que tampoco revisan,
propiciando (de verdad) que el alumno incorpore lo que sea para cumplir con la
cuota
Ø Desconocer las herramientas para revisar y detectar
plagio e, incluso, no considerarlo como un delito sino como un errorcito
Ø Asumir que tendrán tiempo y oportunidad de que en
el futuro y “en su momento” se les exigirá a los alumnos hacerlo bien
Ø Aceptar las presiones de los padres de familia y de
los directivos de las escuelas (en todos los grados):
Ø Buscando, sobre todas las cosas, una buena
evaluación por parte de los alumnos, formal o informalmente, para que no se
quejen o lo acusen y, como consecuencia, lo cuestionen formalmente, condicionen
su permanencia laboral, o de plano lo descalifiquen
Ø Buscando los premios, distintivos y reconocimientos
que pueden recibir en forma de diplomas, medallas, dinero en efectivo o
cualquier otra cosa. El ego es canijo
Ø Desconocimiento de lo que significa evidencias de desempeño y la importancia de los portafolios de los alumnos
para validar su practica
Ø Asumir sin protestar que no tiene maneras de darle
la vuelta a las imbecilidades de la burocracia escolar, perdiendo su libertad
de catedra
Ø Aceptar que una persona decente no protesta, no se
indigna, que eso es de chairos y salir a la defensa del sistema
De parte de los directivos escolares y las propias instituciones (todos
los grados):
Ø Admitir sin cuestionar que el cliente (padres y/o
alumnos) tiene la razón, siempre, contra lo que el docente diga o demuestre
Ø Pasar por alto los documentos fundacionales de la
institución para buscar clientes
Ø Presionar por altos puntajes en la evaluación del
docente por parte de los alumnos, a costa de lo que sea
Ø Presionar por alto índice de aprobación de cada
curso y por alto promedio en las calificaciones de los alumnos
Ø Preferir la enseñanza por repetición, tradicional,
al aprendizaje verdadero. Por ejemplo, validar que el alumno: tiene que decir lo que es el color exactamente como
está escrito en el libro de texto
·
Ø Descalificar a los docentes, quitarles toda la
autoridad dentro del aula y frente a los clientes
Ø Sobornar (tratar de) al docente para que “se
cuadre” y actúe como se espera
Ø · Castigar al docente que no acepta involucrarse en
semejantes prácticas
Ø De parte de las autoridades educativas estatales y
nacionales:
Ø Apuntar a indicadores y no a formación (ni técnica,
ni profesional ni integral) para cumplir con cuotas basadas en criterios
establecidos por instancias de control tipo OCDE y similares
Ø Apostar por la obediencia en todos los niveles,
comenzando por la de los directivos de las escuelas y la de los docentes,
utilizando todo tipo de recursos
Ø Desvirtuar el trabajo docente y de investigación a
través del otorgamiento de estímulos y recompensas al trabajo que realmente
reconocen cantidad y no calidad. Gabriel Zaid tiene mucho escrito al respecto
Ø Llevar a cabo licitaciones amañadas, entre cuates,
para lograr sus propósitos
Ø Otorgar estímulos a investigadores y docentes por
recomendaciones y para acallar voces y no por méritos válidos
De parte de los investigadores:
Ø Buscar los estímulos y recompensas a costa de lo
que sea
Ø o Trucando datos para satisfacer las hipótesis
preestablecidas
Ø o Estableciendo resultados a partir de una
selección de datos recogidos previamente y sin una base metodológica
Ø o Manipulando la información recabada en su estudio
para que las conclusiones quepan en el marco teórico establecido
Ø o Validando estudios y tesis sin revisar a fondo
metodologías, bibliografías, etc.
Ø o Aceptando que hay que hacer papers
de lo que sea pero que se publiquen, mejor en el extranjero, para incrementar
puntos frente a instancias evaluadoras
Ø o Participar en esos grupos de intercambio de citas
Ø o Auto plagiarse para producir muchos papers
en diferentes idiomas y con títulos ligeramente modificados en este afán de
generar puntos
Ø Apropiarse del trabajo de sus estudiantes y
publicarlo como propio
Probablemente sea
redundante, como redundante ha sido la constatación de estos puntos.
A raíz del plagio de mi texto sobre los logaritmos de los números negativos -presentado en París en 1980 y en proceso de revisión para ser publicado en la Enciclopedia Universalis en el apartado de Historia de las matemáticas, a cargo de mi profesor Jean-Luc Verley- , plagio a cargo de un grupo de alumnos (ahora flamantes investigadores multireconocidos y premiados) y el jefe del posgrado en el que trabajaba, me presenté ante el jefe, primera instancia, para hacer el reclamo: los alumnos habían asistido a un coloquio organizado por la Maestría en Educación Matemática del CCH-UNAM, donde presenté el trabajo y del cual entregué copias. En el documento que publicaron me daban crédito por la traducción de la memoria de D’Alambert sobre los logaritmos de los números negativos, documento que me había sido proporcionado por el Prof. Verley. Les dejo la respuesta de Fernando Hitt -el jefe mencionado: “Las ideas están en el aire; cualquiera las puede tomar”
A raíz del plagio de mi texto sobre los logaritmos de los números negativos -presentado en París en 1980 y en proceso de revisión para ser publicado en la Enciclopedia Universalis en el apartado de Historia de las matemáticas, a cargo de mi profesor Jean-Luc Verley- , plagio a cargo de un grupo de alumnos (ahora flamantes investigadores multireconocidos y premiados) y el jefe del posgrado en el que trabajaba, me presenté ante el jefe, primera instancia, para hacer el reclamo: los alumnos habían asistido a un coloquio organizado por la Maestría en Educación Matemática del CCH-UNAM, donde presenté el trabajo y del cual entregué copias. En el documento que publicaron me daban crédito por la traducción de la memoria de D’Alambert sobre los logaritmos de los números negativos, documento que me había sido proporcionado por el Prof. Verley. Les dejo la respuesta de Fernando Hitt -el jefe mencionado: “Las ideas están en el aire; cualquiera las puede tomar”